miércoles, junio 06, 2007

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Cada vez que me paso por torreJonCillo, ciudad mítica en mi mundo universitario, voy buscando una iglesia en el camino, un edificio aislado rodeado de gente que arma escándalo, se mueve al compás de las bolsas de plástico y las botellas de vidrio y que en un momento decisivo hace a todos girar sobre él.
Usease que en los botellones se liaban a perseguir a alguien dando vueltas a su alrededor...

3 comentarios:

Sakura dijo...

En torreJonCillo batí yo mi récord de cubatas (no es que estuviera muy alto, pero bueno).

jAVieR dijo...

torreJonCillo tiene su propia lEY, chás Ke bobá.

ladhu dijo...

En Torrejoncillo, batí yo mi récord de salto de altura. (Delante de un toro claro). Una pena que no estuviera la federación internacional de atletismo para dar fe de mi récord