
Nos perdimos en un carril sin fin, el coche a 120 kilométros por hora traqueteando y jugándonos el tipo mientras las vacas asEsiNAs nos perseguían detrás intentando volcarnos con sus golpes y rompiendo los vidrios con los cuernos.
Cuando conseguimos despistarlas tras una maniobra que las engañó oímos con la piel de gallina como un mUUUUUUUUUUUUUUUUU nos retaba desde el retrovisor.
3 comentarios:
Sin mencionar a los perros asesinos que acechaban desde lo alto del valle y nos obligaron a reguardarnos dentro del habitáculo...
Si es que... ya lo dice un amigo mío: "correr es de cobardes y de malos toreros"
:D Salu2
...Pues ibamos al "habitáculo" a la voz de "profesor de proyectos el último", asi que ya sabeis lo que nos toca...
de campo tenemos poco y el vLázKez menos que nadie, jeje, pobre cErdiTojAbalín echando espumarajos por la boca.
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