no vinieron de uno en uno ni ocultándose cuando aún no clareaba el día. me hicieron correr mientras saltaban las esquirlas del pavimento rítmicamente, todas las puertas que encontraba cerradas.
cientos me seguían un poco por detrás dejando el espacio conveniente para que sintiera su presencia y alargar la agonía. la respiración me ahoga, el corazón disparado, los músculos contraídos en chispas de dolor.
malditas pesadillas.
domingo, septiembre 07, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario