lunes, marzo 05, 2007

268_dANCe & dENsO

Lleva toda la tarde llamándome un comercial para que invierta nOSECUANTOSMILESDEuros en opciones sobre acciones de una compañía petrolera americana que cotiza en el dauyones. Esto de hablar por teléfono está bien porque si me viera en persona sabría que no tengo ni tendré tanto dinero y mucho menos que me lo jugaría así en la bolsa.
Y la cuestión es que si está tan clara la cosa no sé por qué no lo invierte él el primero, se hace riquísimo y me deja de llamar y mandarme faxes sobre la situación de iRÁN y la subida del oro negro.
Entiendo que lo de ser comercial es sinónimo de ser pesado, pero llega a un exceso. La otra noche llegué a "haBlar por hABlaR" y una mujer se quejaba de que una comercial la había cogido manía y la llamaba como veinte veces al día solo para dar por sako y la policía le había dicho que no podía hacer nada. Espero que no me pase a mí.
Ya me tocó que me despertaran a las tres y media de la tarde, para una vez que me había echado la siesta, el día 12 de octubre, que por lo que yo sé es fiesta nacional, una comercial de una empresa de internet que sospechosamente tenía acento argentino e imagino que llamaría desde ese lugar.

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