Tomando unas cañitas el mundo deja de hundirse un momento y se toma un parón en su movimiento descendente. Siempre intentando estar bien acompañado, muchas veces da lo mismo de lo que se hable porque siempre hay tema.
COn la gente que tienes alrededor es fácil sacar algo en lo que hablar, tienes una cosa que tire de otra que dé paso a algo de más allá. Más difícil es con personas con las que no tienes contacto habitualmente, el silencio se acaba volviendo muy incómodo.
Si hecho atrás la mirada desde mis introvertidos tempranos años y lo absurdo de la situación en la mayor parte de las veces hoy prefiero tirarme a la piscina e intentar dar conversación que es la primera forma de saber cómo es una persona cuando aún no la conoces y no has visto como actúa.
Muchas veces me corto de ciertas cosas más por cómo lo pasen los de alrededor que por lo que a mí me importe, cada vez creo que lo mejor es tener a un cABEZA de cHORLITO al lado que quite las telarañas de la compostura y otras veces te acompañe en tus tonterías.
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