lunes, julio 03, 2006

114_eSPERANDO

Llevaba bajo el sol media hora, sentada en el ardiente banco metálico de la parada del autobús. y no llegaba.

Veía como la sombra iba variando, moviéndose a su alrededor a la vez que el sol tocaba partes nuevas.

Por fin se levantó, cansada de esperar, y se dispuso a avanzar a pie para llegar en algún momento. Con todo el tiempo que llevaba allí, ya estaría tranquilamente con un refresco sentada en el sillón.

Y entonces, veinte pasos después, vio como el autobús la adelantaba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y cuando pasa eso, lo peor de todo es que vienen tres seguidos.

Sin mencionar las paradas que hacen para saludar a otro compañero del ramo que viene en sentido contrario colapsando toda la calle.

O cuando más prisa tienes, que van pisando huevos contando chistes al revisor que va "distrayendo al conductor" (cosa que está prohibida)

O cuando se les olvida respetar una "parada solicitada" y la maruja grita angustiada: OIGAAA OIGAAA HAGA EL FAVOR DE PARAAR.

O cuando son conscientes de que su "masa x velocidad = inercia" es muy superior a la del resto de los turismos, imponiendo su ley

O cuando...



Si es que son unos angelitos,por algo me estoy sacando el carnet