miércoles, abril 26, 2006

77_lECTURA

El metro, con sus inconvenientes: huelgas, olores, hacinamiento..., tiene la virtud de hacerme leer más que cualquier otra cosa, ya que en el día me acabo pasando una hora y media entre ir y venir con sus correspondientes trasbordos.
Sumado a la lectura en el tren, en una semana en mADRID me acabo un libro normalito, siempre que me guste porque sinó prefiero curiosear a la gente que me acompaña e imaginarme su vida en los cinco minutos de parada en parada.
Me cruzo con personas que seguro no volveré a ver en la vida, aunque siempre hay otras caras que a fuerza de compartir línea y horario te acaban sonando.

No hay comentarios: