Mi gato tiene cuatro comunicaciones, que yo sepa, comida, bebida, jugar y salir a la calle y la mayor parte de las veces tengo que ir por el método de prueba y error para ir descartando lo que no quiere hacer hasta que veo que reacciona a algo.
Eso con mi gato, con las personas en la mayor parte de los casos me parece que vuelve a ser igual, para que hablar de las mujeres (¿quién las entiende muchas veces?) o de los padres (¿de verdad lo dirán para nuestro bien?). Pruebas y yerras, la perfección es cosa de películas, el problema es que las opciones se van al infinito, aunque también se puede ir reduciendo ese intervalo según vas conociendo a la persona, de forma coloquial: vas descubriendo de que pie cojea.
Y con esto voy acercándome a lo expuesto por Pi, convertirte en un adivino de la mente de los demás como pretenden algunas personas realmente es uno de los elementos que más te puede sacar de tus casillas.
Y pasando del psiquis social, voy descubriendo a Carlos Chaouen (gracias Alber, como siempre).
"... lo que yo quiero es llenar tus rincones..."
(A ver si alguna se da por aludida)
viernes, febrero 03, 2006
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