Buenas, sigo en la capital, aunque espero que sea por poco tiempo, sobretodo por lo que he hecho. Los profesores de mi escuela de las asignaturas de proyectos son los que mejor viven del mundo mundial, como diría Manolito gafotas, porque de tres días solo dan dos clase, llegan tarde, se van antes de la hora, cuentan lo que les viene a la cabeza, se desahogan con los proyectos ajenos de los alumnos y encima les pagan. Dura vida.
Pero como últimamente parece que estoy pesaroso y solo escribo cosas poco alegres (la vida es dura), voy a ver si me pasa algo chispeante y os lo cuento (o me lo invento).
martes, febrero 07, 2006
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